Hablar en público y hacerlo bien es mucho más que un activo. Hablar en público con seguridad y disfrutar de ello es una sensación que todos deberíamos experimentar, para liberarnos del miedo para siempre y mostrar lo mejor de nosotros mismos.
Y decimos esto porque el verdadero miedo a hablar en público es que el proviene de nuestro interior. Y la causa no es otra que nuestra propia inseguridad. Por eso, hablar en público con seguridad es algo cuya clave tenemos desde el principio, tan sólo tenemos que visualizarla.
Según recientes estudios realizados, el miedo a enfrentarse a una audiencia afecta al 75% de la población. Y precisamente la capacidad de hablar en público es una de las competencias más valoradas del siglo XXI y de la era digital en la que nos encontramos inmersos. ¿Por qué ese miedo, entonces?
Estos son los principales miedos a hablar en público
El miedo a lo desconocido siempre nos supera. Cuando se nos presenta el reto de enfrentarnos a una entrevista de trabajo, una exposición en público o el simple hecho de formular una pregunta en una sala llena de gente, nos tiemblan las piernas, se nos acelera el corazón y, a pesar de llevar todo el discurso en la cabeza, de repente experimentamos fenómenos extraños.
Nos dejamos cosas por decir, se nos olvidan las palabras, titubeamos, dudamos y nos sobran las manos ¿Qué hacemos con nuestras manos? ¿Dónde las metemos? Seguro que estás pensando en ese momento en el que viviste algo similar, y quisiste que se te tragara la tierra literalmente.
Vamos a darte las que consideramos que son las claves para hablar en público con éxito.
Claves para hablar en público con éxito
Son tan sólo unos items y vale la pena tenerlos en cuenta a la hora de hablar en público con seguridad.
- El ritmo y las pausas: no te aceleres al hablar. Tú crees que vas lento, tienes esa sensación, pero no… habla desde la reflexión y haz pausas cuando lo consideres oportuno. Hacer pausas y trabajar los silencios en el discurso lo enriquece y lo hace más entendible. Además, a ti te ayuda a hacerte entender y a no dejarte nada en el tintero.
- El mensaje: elabora un mensaje sencillo, con frases directas y conceptos claros. Piensa que es mejor que tu mensaje llegue tal y como tú quieres que llegue, que empezar a darle vueltas a los conceptos. Enfatiza con el tono aquello a lo que quieres dar más importancia y, si te atreves y el contexto lo permite, haz algún guiño hacia tu audiencia. Frases graciosas, anécdotas que ayuden a reír, a romper el hielo y a fijar el mensaje que quieres hacer llegar. Mira el video de la charla TEDx de Remedios Cervantes.
- La audiencia: estudia bien a tu público. Quién es y en qué contexto te diriges a ellos. Elabora el mensaje pensando en tu audiencia, mírales a los ojos, proyecta la voz y evita dirigirte sólo a un sector del público. Así todo el mundo se sentirá apelado y el nivel de atención crecerá exponencialmente.
- El lenguaje corporal: tus manos, tu cuerpo, tus expresiones… todo habla de ti y de cómo estás viviendo el momento de exposición al público. Pon a tu cuerpo de tu parte y ayúdale a que acompañe a tus palabras para potenciar tu mensaje.
- La confianza: confía en ti. Es fácil de decir, pero difícil de poner en práctica… lo sabemos! No obstante, es importante que retengas la idea de que nadie en esa sala sabe tanto como tú de lo que vas a decir. No te obsesiones con los errores o los fallos que puedas cometer. Permítete ser natural y darás lo mejor de ti mismo.
Practica, pero sobre todo disfruta. El elemento más importante para hablar en público con seguridad es disfrutar del momento. Uno transmite lo que siente, y si se disfruta del momento se comunica mucho mejor el mensaje a la audiencia. ¿Y tú? ¿Tienes miedo a hablar en público?