Si os dedicáis al marketing digital, a la labor de comunicación, a la publicidad o al personal branding… enseguida entenderéis lo que supone un reto como Antonio Banderas.
Su bautismo social media se produjo en Twitter, en el momento en el que le entregaron el Goya de Honor en 2015. Esa noche dormimos bien poco: apertura de cuenta, un primer post y verificación en décimas de segundo, el whatsapp de equipo con Antonio ardiendo, intercambio de fotos y mensajes emocionantes, un concierto de notificaciones durante la noche, los móviles vibrando en la escala Richter, llenado de fans,… reencuentro de fans, el inicio de un buen engagement que ya existía en la vida real.
Desde entonces, hemos sido su equipo digital: participado en levantar muchos telones digitales, ayudando a inculcar el respeto por los derechos humanos, siguiendo su apretadísima agenda, transmitiendo sus pensamientos y valores, siendo testigos del inmenso trabajo que no se suele ver…
De Antonio aprendemos muchas cosas diariamente: a amar la cultura, la creatividad, el arte. Lo importante que es la solidaridad (porque cuando se tiene una capacidad de difusión, se adquiere una responsabilidad para ayudar a los demás), a compartir la alegría en la vida (no hay mejor leitmotiv), a amar lo que haces y a ser agradecido.